Hay muchísimos tipos de rostros y a cada uno de ellos lo
favorecen cosas diferentes. La gran mayoría se hace muchísimas preguntas a la
hora de depilar sus cejas por primera vez y tiene en duda si los resultados van
a ser buenos o no.
Si no querés dejar todo en manos de un profesional, acá te dejamos unos pasos que pueden ayudarte a hacerlo en casa.
Hay que comenzar con darle forma para determinar el inicio,
el punto más alto y el final de la ceja.
A los lados del tabique, colocá un lápiz delineador y seguí
en línea recta hasta donde se encuentra tu ceja. Ese es el punto en el que la
ceja tiene que comenzar.
Desde el mismo punto, mirando de frente, el lápiz tiene que
pasar por el iris. Ese es el punto más alto de la ceja, es decir, el arco.
Finalmente, desde la “aleta” de la nariz, pasando por el
extremo del ojo, es el final.
Es importante usar un lápiz delineador, ya que con este
pueden hacerse puntos de referencia a la hora de querer darle forma a la ceja.
Posteriormente, al tener las medidas sólo tenés que averiguar cuál es tu tipo de rostro y proseguir según cuál sea.
Consejos:
Si tenés ojos prominentes (muy grandes) no juegues mucho con
el grosor de la ceja, podés sacar el exceso y dejarles su forma natural, pero
hacerlas muy finas puede hacer que los ojos se vean mucho más prominentes. Por
lo contrario, si tenés los ojos muy chicos, hacerlas más finas va a hacer que
el párpado se vea con más espacio, dando la ilusión que este es más grande.
-Si tenés los ojos muy juntos, podés hacer que se vean más
separados depilando un poco más el entrecejo y parte del comienzo de la ceja,
usando como referencia una línea recta desde el lagrimal.
Lara Ramayo
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