Una mirada al pasado.

Federico Condori, padre de una compañera, nos cuenta su experiencia en la colimba (S.M.O) tras 20 años de su derogación.

¿Cuándo te llamaron y cómo te llamaron?

Todos los años se sorteaba a los chicos que tenían 18 años en base a los 3 últimos números del documento. Era sorteado en la lotería nacional. Se le asignaba un número y después se le daba una tarea en base a las necesidades del Gobierno.

¿Cuánto tiempo estuviste y cuáles fueron tus experiencias?

Entré en febrero de 1994 *duda* y salí en marzo del 1995. Un año y un mes, más o menos. Mis experiencias fueron la práctica de combate, tiro y esas cosas los primeros meses, después entrenamiento en un campo militar. Era 'armado' para fingir una guerra completa, obviamente sin disparos. Te hacían correr y marchar en lugares con lodo, agua, y hacer flexiones, latas que simulaban ser minas, que no las tenías que pisar. Entrenamiento de tiro, desarmar y armar fusiles con los ojos cerrados o vendados. Después nociones de primeros auxilios y clases de tanques y eso.

¿Qué sentías ahí?

Los 3 primeros meses aburrimiento, que se yo, lo sentía raro. Te sacan de tu mundo. Por un lado conoces y/o te haces amigo de gente de tu edad, yo logré hacer varias amistades. Pero a la vez extrañas al lo que te parece 'normal' (radio, televisión, etc.). La única comunicación que tenías ahí con el ‘afuera’ como le decíamos ahí era cuando te visitaban una vez al mes. Y a mí no me fueron a visitar. Los momentos de divertimiento, eran pocos, como ejemplo los domingos cuando jugábamos al fútbol. Yo lo veía como un trabajo pero con entrenamiento físico y mental. Porque nos daban clases de Lengua y Matemática, la verdad es que fue bastante exigente. Ya que nos hacían coser, cocinar, lustrar,etc.

¿Qué opinás sobre el caso Carrasco?

Bueno el caso Carrasco fue justo cuando yo estaba haciendo el servicio militar. Por eso se terminó y se hizo optativo. Cuando estábamos adentro se escuchó algo, se supo, pero muy poco, no querían que te enteres mucho. Y me pareció mal eso. Ya que yo lo viví también, sé cómo es eso. Los soldados que tenían un año más que vos, que querían seguir la carrera, eran los encargados de practicarte a vos, de enseñarte. Entonces eran chicos de 19 o 20 años que tenían el derecho y el poder de decirte “levantate, ponete a hacer flexiones” o tipo 3 de la mañana  prendían la luz y nos mandaban a limpiar el baño con cepillos de dientes. Entonces entiendo que el chico no le gustaba hacer los ejercicios, como a nadie, ¿no? Y al ser tímido, le hicieron mucho daño. Había muchos abusos, de todo tipo.

¿Presenciaste algún hecho de abuso de poder o maltrato?

*suspira* Sí, a nosotros nos abusaban todos los días, desde por ejemplo, un día de lluvia, porque no nos dormíamos a la hora correspondiente, tipo 9, nos escucharon hablando, nos sacaron por una calle interna al aire libre y nos metieron en el baño, nos hicieron bañar y así desnudos nos hicieron hacer flexiones al aire libre en el piso. Aparte de que a mitad de la noche te levantaban para hacerte coser la ropa. Y era una falta total de abuso, estabas descansando. Y el abuso de autoridad era el no poder replantear nada, ellos te decían “tirate a una zanja” y te tenías que tirar.

¿Tenías comunicación con tu familia? ¿O estabas aislado?

Los primeros 3 meses la comunicación era la visitas, y yo porque estaba en Capital, si no en el interior o había comunicación alguna. Después,cuando estuve los otros meses en villa Martelli, ya los veía, ya dormía en mi casa y todo.

Hoy en día, ¿te parecería bien el servicio militar obligatorio para adolescentes?

*piensa* No, me parece que no da nada importante, para que haya un servicio militar, hoy en día si querés hacerlo tenés todos los medios, como te anotás en un secundario te podes anotar en el servicio. A mí me sirvió para aprender a hacer el mate cocido y cocinar, nada más. A lo sumo el conocer ciertas cosas que bueno, no me cambiaron la vida que digamos...

¿Hay alguna experiencia que recuerdes por encima de las otras?

Y… *se ríe* la experiencia de decir que sabía cocinar y no sabía, me mandaron con un compañero a la cocina para preparar la comida y nos comimos todo, porque comías muy mal ahí, la mejor comida era para los mejores cargos.                    Habremos durado 3 días, quemamos una polenta y se dieron cuenta, pero te aseguro que comí excelente. *vuelve a reír*

¿Estabas de acuerdo en ese entonces con el tipo de ideología que se tenía respecto al servicio militar?

*decidido* No, cuando la hice, se veía bien, lo tenían como algo correcto. Pero a mí nadie me consulto si quería hacerla, Salí en el sorteo y me toco. La gente decía que te sacaba de las calles y de la droga pero, yo ahí adentro he visto droga y todo lo que con normalidad podías ver en el afuera. Robaban y todo. Vi más delitos dentro de la Colimba que afuera…

Finalmente, ¿qué sentís cuando te nombran la Colimba?

 *piensa* Y ahora es un recuerdo, una experiencia, no la pase ni bien ni mal, me causa gracia el saber que soy viejo, fui parte del último año. Termine mi servicio siendo parte de un desfile del presidente Menem en ese momento, nos citaron a los más altos solamente, yo media 1,80 y me dejaron hasta lo último, los petisos se fueron yendo antes.                                               
 Pero solo fue eso, una experiencia.

Bueno, gracias por tu tiempo.